viernes, 23 de diciembre de 2016

Blog 27: ¿Hasta dónde se puede aguantar?

Buenas de nuevo. Soy Dexter, Jorge Dexter.

No sé qué pasa siempre, pero la semana anterior a navidades, es siempre un poco estresante. 

Comenzando por el lunes y acabando hasta el día de navidad, estrés por todo el lado. No me extraña que lleve tres días con dolor de cabeza. 

Hoy, por eso, se ha llevado la palma. No hay mejor manera que acabar la semana laboral y con vistas a una semanita de vacaciones he tenido que aguantar en el trabajo algo que ni me tocaba ni era el momento. 

Por suerte y sorpresa, la situación la he sabido llevar bien. Al principio me ha dado la risa porqué no entendía qué hacía yo sentado en ese despacho  recibiendo reproches y ataques ante una cuestión que ni tenía potestad ni podía contestar. La risa interna y la sonrisa externa. He intentado no ponerme nervioso y estar atento a lo que me decía para poder defenderme con honestidad. Mi sorpresa ha venido cuando he ido tumbando cada una de las lanzas que me venían y sin ningún problema y ganando el juego por goleada. Al final, he salido victorioso y  con la cabeza bien alta de haber conseguido algo que no hubiera conseguido nunca: tranquilidad ante una situación de lo más complicada.

Después he preguntado a dos de mis compañeras presentes en el despacho cómo me habían visto y ellas ya habían comentado lo tranquilo y coherente que estaba siendo con mis respuestas. Un poco sorprendido si estaba, la verdad, pero ya tocaba un poco de poner pies sobre la tierra y tener conciencia de que puedo ser capaz de llevar adelante situaciones como estas y muchas más. 

Ahora viene un tiempo de relax. Vamos a intentar disfrutar las navidades (con o sin familia) y a tomarnos un descanso durante una semana para comenzar con fuerza un 2017 que pensaba que vendría tranquilo, pero creo que de tranquilo no va a tener nada. 

Cambiando de tema, como cada año, me gusta hacer alguna cosa especial para final de año a través de facebook (normalmente un escrito para despedir el año). Este año, se me ha ocurrido hacer un video animado con algunos poemas referidos a cosas vividas este año. Es una idea original que puede estar bien y, además, he decidido que la voz en off la va a poner mi niña. Ya tengo ganas de ver cómo queda y aun no he empezado!!

Saludos.
Jorge Dexter


domingo, 18 de diciembre de 2016

Blog 26: Lo reconozco: ¡¡soy Gilipollas!!

Buenas de nuevo.

Aquí estamos de nuevo para dejar claro que tipo de persona soy. 

Yo creo que en el fondo soy mala persona. El karma me ataca y estoy seguro que mis actos no son los correctos. Si no, no entiendo nada de nada. Las semanas pre-navidad me llevo la palma. Debe de ser por eso que tengo los sentimientos a flor de piel. 

Pues tengo algunas cosas que contar:

Primero. NO defender a mis compañeras de trabajo ante nadie. Al final salgo yo el perjudicado mientras que, a las que defiendo, han aceptado aquello que no veían justo y venían a llorar a mi hombro. Lección aprendida.

Segundo. Si tu trabajo es el triple de volumen y de responsabilidad que la del resto de compañeros, prohibido sugerir tanto la responsabilidad como el volumen, porque si no, te tacharán de malo, insolidario y mal compañero. Porqué tengas tres veces más de trabajo que el resto y la responsabilidad de tus errores haga que la empresa pierda muchísimo dinero, no te hace ser diferente que las personas que no tienen ni responsabilidad y en su trabajo se limitan a mirar cuánto tiempo les falta por llegar a final de la jornada. Está claro, que la igualdad económica no va ligada a la igualdad en el trabajo. Por favor, que parezco tonto!!

Tercero. No tener en cuenta a la gente PARA NADA. Que luego me llevo el rapapolvo. Es curioso, pero si haces algo y piensas en todo y en todos, eso está bien. Pero ojo que no se te pase algo o alguien, porque si no, te tachan de seguida de mala persona y te ponen en la lista negra. Ahora, sí los que se equivocan son el resto. TRANQUILOS, que ya sacarán cuarenta y cinco trapos sucios por tu parte para que el que han hecho ellos quede impune. Hay que tocarse los webs. 

Cuarto. Las navidades, mientras más frían se puedan pasar, mejor. A veces me pregunto: ¿Puede ser que la familia no quiere estar con nosotros y no se atreven a decirlo? ¿Van jodiendo poco a poco y con disimulo por cada rinconcito para ver si nos cansamos y nos vamos? No sé. Pero lo parece. Al final, el problema seremos nosotros. 

En el fondo, no entiendo nada. Tienes en cuenta que todo esté correcto, que todo el mundo esté contento, pero siempre acabas pillando por un lado o por otro. 

En el trabajo, me alegro mucho de que mis compañeros, los que se lo merecen, consigan aquello por lo que han luchado y jamás me he sentido ni envidioso ni mal por ello. Sin embargo, con la gente que no se merecen nada por lo que suponen en la empresa y la visión que tiene todo el mundo de ellas, pues ni me alegra que se queden donde están ni me molesta lo que quieran conseguir. Lo que más me molesta es que tengan el morro de adaptar las situaciones y aprovecharse, como siempre, de según qué movidas para conseguir aquello que no han sido capaces de conseguir con su propio esfuerzo. Siempre he sido muy objetivo y lo que uno consigue por sí mismo, se consigue desde la lucha y el esfuerzo. Jamás defenderé a alguien que lucha sentada o tumbada en una silla. Porque eso para mí, no es un buen ejemplo de trabajador que se merezca ningún beneficio. 

La familia para mí siempre ha sido esas ganas de estar juntos de celebrar todo lo que podamos y pasar el máximo tiempo posible juntos. Por mi parte, siempre nos hemos tenido relativamente en cuenta los unos con los otros. Por otro lado, la familia política por mi parte, es una pasada ver como hay cierto pasotismo y que si nos vemos, bien y si no, también. No puedo creer como no se pueden organizar unas navidades en las que podamos estar todos juntos o, al menos, que no te enteres que se montan algunas comidas paralelas en las cuales ni te has enterado. Luego cara a cara son palabras bonitas, amables y de buen rollo... pero ¿dónde están las ganas de pasar tiempo todos juntos? ¿Seremos nosotros? Si es así, ¿Porqué todo es bonito cuando nos encontramos...cada cuatro meses? 
No sé. En casa siempre estamos transmitiendo buenas navidades para nuestros hijos con todo lo que conlleva pero a veces nos preguntan qué pasa con la familia... Y no sabemos qué responder. 

En fin... algo debemos de hacer mal...

Saludos.
Jorge Dexter.


viernes, 9 de diciembre de 2016

Blog 25: Llega navidad



Buenas de nuevo. 

Como bien dice el título de la entrada, bienvenida la
navidad, de nuevo. Una vez más. Otro año más. 

Atrás quedan aquellas fiestas dónde la familia significaba mucho.
Últimamente, las navidades tienen una dualidad para mí: por una parte significa una tradición muy bonita para compartir con la familia y, por otra, en lo que se ha convertido últimamente. En lo que socialmente se ha convertido.

Desde pequeño, se celebraba en casa de mi abuela. A falta de ésta, dónde se podía. Por lo tanto, para mí, las navidades ha sido siempre un ir y venir de un lado a otro. Mis hermanos mayores siempre se han decantado por estar con sus familias políticas y, o al menos así lo recuerdo yo, exceptuando alguna navidad que hemos celebrado en casa de alguna familia política de mis hermanos mayores, siempre ha sido alguna que otra pues en casa, sin ningún sitio a dónde ir. Por suerte, a casa de mi tía (la hermana de mi madre) al estar al lado, pues alguna vez hemos estado un rato con ellos. No toda la cena o comida pues bastante eran ya ellos y, mi madre, no le apetecía estar. Supongo que era por la diferencia que había entre una casa y la otra. 

Recuerdo un año en qué mi tía estaba trabajando en una masía perdida por el monte en que me llevó a pasar allí las fiestas. Recuerdo como algo muy bonito y con todos mis primos. Luego, todos nos quedamos a dormir allí. Toda la familia repartida en las miles de habitaciones  que tenía la masía. Fue una noche buena y navidad para recordar. No recuerdo por qué no se vino mi madre ni si se quedó sola o no en casa. Era bastante pequeño yo y, supongo, que mi tía que siempre estaba por nosotros, no quiso que pasara una navidad "vacía", como de costumbre. 

Supongo que toda esa "soledad" en esas fiestas o, por contra, esas idas y venidas de un sitio a otro, hizo que al casarme, montara mi propia fiesta en nochebuena o en navidad. Durante unos años, así fue. Además la noche de navidad, se venían a casa unos amigos y, también, algunos hermanos con los que no coincidíamos en las fiestas. Durante un tiempo, así fue. Digamos que intenté "ocupar" y montar mi "propia" fiesta familiar en casa. 

Pero supongo que como dice el refrán, "aunque la mona se vista de seda, mona se queda", al tiempo y por motivos que no vienen  al caso, nos cansamos, en casa, de montar comidas para los demás, cuando esos "demás" no pensaban en nosotros y acabamos dejando de lado ese día tan especial que se celebraba en casa. Volvemos a tener los días de navidad arriba y abajo. Supongo que es el precio que hay que pagar si no quieres ser el tonto de turno. 

Aun así, a mis hijos les estoy transmitiendo una sentimiento de navidad y familia. Montamos el árbol, adornamos la casa, montamos el pesebre... y nos preparamos sorpresas para esos días de fiestas. ¿Por qué? Pues porque es mejor así para ellos y para nosotros. El día de mañana, habrán aprendido que las fiestas es para pasarlas en familia y disfrutarlas como mejor se pueda. Es una sensación agridulce la que tengo con la navidad. Pero prefiero que sea agridulce a que sea completamente agria.
¿Y para vosotros/as? ¿En qué se ha convertido la navidad?

Saludos
Jorge  Dexter


jueves, 8 de diciembre de 2016

Blog 24: ¿Desilusión?

¿Cómo sentirse?

Me gustaría saber qué sentir en estos momentos. Bueno, lo que voy a contar fue hace unos días...


Mi sobrino quería venir un fin de semana a visitarnos. Vive fuera, a bastantes kilómetros de aquí, y aprovechaba para venir a pasar un fin de semana con su familia, la familia paterna.

Aprovechando que coincidía con el cumpleaños de su padre, mi hermano, pues le comento tanto a él como a mi sobrino de celebrar su cumpleaños todos juntos, aprovechando su visita sorpresa.

Organizamos un poco los días del fin de semana y le comento que a mi sobrino que si a su padre, mi hermano, no le va mal, pues el sábado por la noche podíamos celebrar su cumpleaños en casa de nuestra madre. 

Entre citas y citas en las agendas, me comenta mi hermano que el sábado por la noche estará su hijo con él celebrando su cumpleaños en la casa de su pareja, con la familia de ésta, y que ha invitado a nuestra madre. 

Vale. El año pasado cuando estaba solo, le preparé el cumpleaños sorpresa. Por lo visto, ya no cuento en sus planes. Es libre de hacer lo que quiera. Pero eso no quita que no me sienta desilusionado por que celebre su cumpleaños en lugar de con nosotros, con la familia de su nueva pareja. ¿Por qué tenemos una nueva pareja y todos los que estamos siempre ahí, desaparecemos? No lo entiendo. Me siento como tonto por haber pensado en prepararle un cumpleaños a alguien que ni tan siquiera ha contado con nosotros cuando ha montado su propio cumpleaños. 

A veces nos sorprendemos de historias de familia. Es posible y natural, que detrás de cada familia hay una historia y que algunos actúen sin conciencia y otros no tanto. Pero algunas veces hay una historia con conciencia detrás de algunas actitudes familiares. 

De la misma manera, me encuentro con las navidades. No tiene previsto pasar ningún día con su hermano, cuñada y sus sobrinos. Y eso, es un tema del que sí que tengo que hablar con él. Aunque tengo miedo del daño que pueda llegar a hacerme interiormente. 

Veremos qué pasa.

Jorge Dexter. 

domingo, 4 de diciembre de 2016

Blog 23: La vuelta, dos años después

He vuelto. Puede sonar a amenaza pero no lo es.



Antes de empezar de nuevo, he echado ojeada a diferentes blogs para transformar, a éste, en un blog un poco más profesional. 

Me gustaría tener como costumbre empezar y acabar cada entrada de una misma manera. Por lo que he visto por la blogosfera, suele ser habitual. 

Me he leído todas y cada una de las entradas a este blog (un total de 22) para que la "vuelta" sea un poco de resumen y explique qué ha pasado en estos dos años de mi vida. 

Para empezar, sigo pensando que mi anonimato tiene que ser el punto más importante de este blog. Ya tengo otros dos blogs abiertos pero no me sincero tanto por miedo a que otras personas se puedan sentir heridas por mis pensamientos o aquellas cosas que diga en los mismos. Por lo tanto, en este blog, mi nombre seguirá siendo Jorge Dexter. 

En dos años, han pasado muchas cosas y he tenido una evolución bastante buena. No hay mal que por bien no venga, ¿verdad?

Empecemos nombrando algunos asuntos en estas 22 entradas anteriores:

  1. El grupo de whatsapp y el famoso regalo.
  2. Mis clases de inglés.
  3. El esperado viaje.
  4. El motivo de mi ausencia.
  5. Mi espalda.
  6. Mi trabajo.
  7. La familia. 
1. El grupo de whatsapp y el famoso regalo:
Aquello pasó a la historia.
De hecho, no hemos tenido más contacto que lo superficial durante estos dos años. La separación ha sido lo mejor que podía pasar. Yo he seguido quedando con los padres a los que le dimos el regalo de tanto en tanto y ellas han desparecido un poco del mapa. Así está bien. Cuando algo no va bien, aléjate y ya verás que bien que irá, entonces. 

2. Mis clases de inglés: 
Al final, acabé dejando las clases de inglés.
Le dediqué más tiempo a acabar otros estudios. No me arrepiento por un lado, ya que mi distancia con el idioma supuso un esfuerzo más estrecho con otros estudios, de los cuales, han obtenido un fruto tan preciado como un título de estudios. ¡Qué más se puede pedir!

3. El esperado viaje:
El esperado viaje fue con otros amigos (fuimos un total de 20 personas) a un país europeo y estuvo muy bien. Fue intenso y me demostró que no sólo lo que podía hacer con mi vida tanto
como un primer paso de muchos otros pasos que vinieron después. Es aquello de "fue un antes y un después". Estuvo genial y no me arrepiento. Aunque la vuelta a la realidad fue bastante agrio. Pocos días después, tuvimos que volver a coger otro viaje hacia el pueblo. De hecho, la maleta no fue guardada que tuvimos que volver a llenarla. Los motivos, en otra entrada lo diré, seguramente. Aunque, a veces, tanta información me da mucho miedo, porque no quiero que se sepa quien soy si alguien conocido lea mis notas o mis escritos. Miedo que ya he dicho por que siempre hay gente que se moleste de según qué cosas. 

4. El motivo de mi ausencia:
Y el motivo ese, es esa gran ausencia. Pues al tener que marchar rápidamente y luego a la vuelta,
las navidades (otra vez tristes) y muchas más cosas, hicieron que dejara un poco de lado este blog. Ahora me arrepiento bastante de no haber estado escribiendo cosas del día a día, pues fueron bastantes. Pero ya bastante ocupado estaba. En fin, puede que en algún momento de mi vida, explique qué pasó. 

5. Mi espalda:
Mi espalda mejoró y sigue mejorada bastante, pero no para tirar cohetes.
De hecho, tengo que tener bastante cuidado con ella y muchas veces tengo un dolor que me cuesta sobrellevar. Pero al menos, puedo seguir mi vida casi con normalidad y sin tener que tomar ningún medicamento. En algún momento caeré en la tontería de hacer alguna estupidez (como coger peso que no debería) y entonces, otra vez volveríamos a estar. 

6. Mi trabajo:
En mi trabajo...estoy desbordado. No hay manera de poder salir de una que estoy metido en otra.
No sé si tiene algún arreglo o de si yo no soy capaz de encontrarlo y ejecutarlo (el arreglo). Estoy en ello. NO estoy solo. Somos algunos compañeros que estamos en ello e intentando buscar la forma de arreglar estos desaguisados. Creo que este tema es para una entrada larga y extensa con todo clase de detalles. Pronto, la generaré. 

7. La familia:
Ay, esta familia. Creo que siempre he tenido una familia des-estructurada y
siempre la tendré. Puede que en algún momento haya asomado la cabeza sutilmente la "normalidad" de una familia, pero al final, siempre acaba volviéndola a esconder. En estos días, he tenido unas sensaciones muy fuertes de describir que ni siquiera me atrevo a hablar con alguien. Supongo que siempre tendré en mi vida esa sensación de "vergüenza" para explicar según qué cosas, ¿verdad?

En definitiva, han pasado muchas cosas. Lo mejor de todo es que he encontrado un poco la solución a cómo enfrentarme en la vida y, a veces, actúo de una manera que hacía muchísimo tiempo que no actuaba. 

Me tomé la libertad de tirarme, también, 10 días en verano de vacaciones lejos de casa y disfrutando como nunca había disfrutado. Cosas que vamos mejorando. Poco a poco, la salida la estoy viendo y estoy y me siento muy orgulloso de mí mismo. 

Con esto y un bizcocho, hasta la próxima a las ocho. 

Fdo. Jorge Dexter.