domingo, 18 de diciembre de 2016

Blog 26: Lo reconozco: ¡¡soy Gilipollas!!

Buenas de nuevo.

Aquí estamos de nuevo para dejar claro que tipo de persona soy. 

Yo creo que en el fondo soy mala persona. El karma me ataca y estoy seguro que mis actos no son los correctos. Si no, no entiendo nada de nada. Las semanas pre-navidad me llevo la palma. Debe de ser por eso que tengo los sentimientos a flor de piel. 

Pues tengo algunas cosas que contar:

Primero. NO defender a mis compañeras de trabajo ante nadie. Al final salgo yo el perjudicado mientras que, a las que defiendo, han aceptado aquello que no veían justo y venían a llorar a mi hombro. Lección aprendida.

Segundo. Si tu trabajo es el triple de volumen y de responsabilidad que la del resto de compañeros, prohibido sugerir tanto la responsabilidad como el volumen, porque si no, te tacharán de malo, insolidario y mal compañero. Porqué tengas tres veces más de trabajo que el resto y la responsabilidad de tus errores haga que la empresa pierda muchísimo dinero, no te hace ser diferente que las personas que no tienen ni responsabilidad y en su trabajo se limitan a mirar cuánto tiempo les falta por llegar a final de la jornada. Está claro, que la igualdad económica no va ligada a la igualdad en el trabajo. Por favor, que parezco tonto!!

Tercero. No tener en cuenta a la gente PARA NADA. Que luego me llevo el rapapolvo. Es curioso, pero si haces algo y piensas en todo y en todos, eso está bien. Pero ojo que no se te pase algo o alguien, porque si no, te tachan de seguida de mala persona y te ponen en la lista negra. Ahora, sí los que se equivocan son el resto. TRANQUILOS, que ya sacarán cuarenta y cinco trapos sucios por tu parte para que el que han hecho ellos quede impune. Hay que tocarse los webs. 

Cuarto. Las navidades, mientras más frían se puedan pasar, mejor. A veces me pregunto: ¿Puede ser que la familia no quiere estar con nosotros y no se atreven a decirlo? ¿Van jodiendo poco a poco y con disimulo por cada rinconcito para ver si nos cansamos y nos vamos? No sé. Pero lo parece. Al final, el problema seremos nosotros. 

En el fondo, no entiendo nada. Tienes en cuenta que todo esté correcto, que todo el mundo esté contento, pero siempre acabas pillando por un lado o por otro. 

En el trabajo, me alegro mucho de que mis compañeros, los que se lo merecen, consigan aquello por lo que han luchado y jamás me he sentido ni envidioso ni mal por ello. Sin embargo, con la gente que no se merecen nada por lo que suponen en la empresa y la visión que tiene todo el mundo de ellas, pues ni me alegra que se queden donde están ni me molesta lo que quieran conseguir. Lo que más me molesta es que tengan el morro de adaptar las situaciones y aprovecharse, como siempre, de según qué movidas para conseguir aquello que no han sido capaces de conseguir con su propio esfuerzo. Siempre he sido muy objetivo y lo que uno consigue por sí mismo, se consigue desde la lucha y el esfuerzo. Jamás defenderé a alguien que lucha sentada o tumbada en una silla. Porque eso para mí, no es un buen ejemplo de trabajador que se merezca ningún beneficio. 

La familia para mí siempre ha sido esas ganas de estar juntos de celebrar todo lo que podamos y pasar el máximo tiempo posible juntos. Por mi parte, siempre nos hemos tenido relativamente en cuenta los unos con los otros. Por otro lado, la familia política por mi parte, es una pasada ver como hay cierto pasotismo y que si nos vemos, bien y si no, también. No puedo creer como no se pueden organizar unas navidades en las que podamos estar todos juntos o, al menos, que no te enteres que se montan algunas comidas paralelas en las cuales ni te has enterado. Luego cara a cara son palabras bonitas, amables y de buen rollo... pero ¿dónde están las ganas de pasar tiempo todos juntos? ¿Seremos nosotros? Si es así, ¿Porqué todo es bonito cuando nos encontramos...cada cuatro meses? 
No sé. En casa siempre estamos transmitiendo buenas navidades para nuestros hijos con todo lo que conlleva pero a veces nos preguntan qué pasa con la familia... Y no sabemos qué responder. 

En fin... algo debemos de hacer mal...

Saludos.
Jorge Dexter.


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