viernes, 29 de noviembre de 2013

Blog 22: un año

Ha pasado un año y sentimientos se han ido encontrando y perdiendo. Se hace valoración y me doy cuenta de pensaba que todo se movía a tu alrededor y así lo piensan otras personas pero no es cierto. Todo sigue su curso y todo sigue su camino sin que tú hayas cambiado ningún rumbo o no hayas movido ficha. Tú movías tu propio camino, tu propio rumbo pero no el de los demás. Podrías tener tu carisma que podría influir o no, pero todo continua su rumbo: hacia la deriva. Eras las parte objetiva pero que no daba sus verdaderos frutos, dejando pasar por delante de ti injusticias que han hecho daño en algunos momentos. Pero daños insignificantes y tu persona siempre ha sido, es y será venerada por quien ya tu sabes. 


A veces dudo de si perdistes la batalla o te dejastes ganar. Me enfado por no haber visto una gran lucha por tu parte y siento no haber estado más tiempo en los últimos momentos. Pero fue justo a la medida de lo que se podía haber recibido y justo a la medida de que la parte interesada fuera la que le dedicara mucho más de su tiempo a estar contigo. Es quien más deseaba estar y nadie le podía quitar esa preferencia. Ni yo ni nadie. Jamás, jamás y he sido mucho más fuerte de lo que te podrías haber imaginado por el grado tan alto de ansiedad que he pasado y que he superado en tantos momentos.

Muchos han sido los años de convivencia y muchas las experiencias buenas y malas. Pero me quedaré con la realidad, sin máscaras y sin hipocresía. Agradecer muchas cosas y darme cuenta de que no has dejado mucho un legado similar al tuyo, al menos en lo que a familiar se refiera, dista mucha distancia de ti y, me sorprende. Pero cuando dos personas modelan, a una de las dos se tiene que parecer y está claro que algunas no se parecen a ti y otras sí. No puedo decir que fueras un verdadero padre para mí porque nunca lo sentí. Me sentí bien en tu casa, bien acogido pero nunca como un padre. Sí para quien lo tenías que ser y un abuelo consentido para tus nietos, pero no una figura a seguir. 

Siento mis sentimientos por no haber podido leer la voluntad que me pusistes junto a tu hijo, pero de la misma manera que tú quisistes que aquella nota llegara a mí, los que quedaron aquí, ni siquiera tuvieron el detalle de hacérmela llegar. Eso me dolió, me duele y me dolerá siempre. Denota el detalle que pueden tener las personas que no tienen consideración con el resto de gente. Por eso he tomado una actitud más arisca, más distante y más fría. No me siento una parte integrante de esta familia ni me sentiré en un futuro inminente y me da pena que ni siquiera se molesten en darte un abrazo de la misma manera que lo hago yo. Creo que doy amor a aquel que lo necesita, pero nunca recibo yo cuando lo necesito a excepción de otras personas e incluso a personas que no son de mi familia y me dan un abrazo cuando lo necesito. 

Ya no sé si te estoy contando mi vida, reprochándote cosas o qué sé yo. Siempre que he podido estar ahí, lo he estado. Creo que lo sabías perfectamente cuando hacía lo que el resto no te hacía y que cuando te he necesitado, te has sentido orgulloso de que te pidiéramos ayuda. Nunca olvidaré muchísimos momentos y no quiero recordar los últimos días ni este mismo día hace un año atrás, a las 9 y media de la mañana cuando te vi ahí "dormido", no lo quiero recordar, porque muchos más recuerdos son los que quiero guardar para siempre. 

Disculpa por no mirar fotos tuyas, pero aun siento un pequeño dolor dentro y sigo sin creer que ya no estés entre nosotros. Siento, también, no querer esforzarme por nada en relación a la familia, pero creo que eso ya lo he dejado en manos de tu primogénita mayor, que es quien se tiene que encargar de los quehaceres familiares. Yo tiré la toalla. Lo siento. 

Pues nada, hoy y mañana son un día de recuerdos. Pero me gustaría acabar el blog 22 con una sensación que hacía tiempo que no tenía. Hoy me siento más libre de lo que no he sentido en muchos años atrás. Creo que he empezado la cuenta atrás. Y lo más sorprendente, es con la brusquedad con la que ha venido pero... si vino de golpe, ¿porqué no se puede ir de golpe también?

Quiero grabar en mi mente las palabras de Joan una y otra vez para darme cuenta de que voy a hacer 40 años y esto tiene que cambiar. Creo que ha empezado. Total, ya no me queda ninguna opción más. Joan no hace más que repetirme lo que hay: nada. Por lo tanto, empecemos una nueva vida. 

Hasta mañana.

Jorge Dexter

No hay comentarios:

Publicar un comentario